Esto de recordar los colores de una historia de dos, me hacen soñar y ver a la luna
Porque dices que lo nuestro no es un destino, si tu jurabas un destino junto a mi.
Melancólicas son las brisas de una mañana a la cual la soledad y mi sombra son mis únicos aliados, caminando por calles desconocidas pensando en una vida con una sonrisa, y de esas sonrisas que tu creas son las que me hacen vivir, pero a la vez me hacen sentir un amor desesperado por no tenerlo al lado.
Miro el alrededor y veo como todos ya tienen sus miradas, sus verdaderos aliados, y mi vida le pregunta a la conciencia el porque estas abandonado.
Penosos son los encuentros de un supuesto amor, y tu mente sabe que es algo al cual por mas que lo intentes no tiene sentido, un mensajero de vida, los cuales aparecen de un lugar al cual jamás imaginamos me dice que los amores no existen, solo existe el destino de cruzar las almas con alguien y el cual tienen esa esencia a la cual, nosotros llamamos amor.
Penosas son las brisas de un atardecer poco soleado y al mirar el alrededor, solo veo sombras con sus destinos y criterios formados, mientras que yo por mi lado, solo en mi anden de pecados, esos amores a los cuales los llamo desesperados.
