DURMIO EN CASA AJENA por erick arellano
Temprano vuelve a su casa la que durmió en casa ajena
Apenas de punta el alma clareando la cordillera
Y en el tapiz del espacio sacuden polvos de estrellas
Traes los labios mordidos como dos brazas resecas
En las mejillas el soplo de un aliento que aun la quema
Casi la coje un desmayo llegar junto a su puerta
Miedosa y sobresaltada de pavor y frió tiembla
Sus rodillas entrechocan sus dientes castañetean
Y un escalofrío insidioso la recorre hasta la medula
Casi lo acierta encontrar el llamil en la cartera
Y el insertarlo en la chapa le resulto algún problema
El crujido del mecanismo y en chirrido de la puerta
Se le antojan al áridos que denuncian su presencia
Mas
Parece que en la casa de su ausencia le sospechan
Y en la inconciencia del sueño
Ya hacen soplos
Como piedras
¡Es tan patético el cuadro, y tan profunda su pena! Que por si solo
Abastan al entendecer a una piedra
Y a que esta le dijese
Haber, alza esa cabeza, que no hay motivos para llorar rapazuela
Pues los pecados de amor aun que muchos no lo crean
No son faltas… ni pecados ni cosa que lo parezca
Y si alguien merece azotes, oír de por vida galeras
Es el que puso en el amor, grillos, trabaras y cadenas
Y así vemos el absurdo que una muchacha soltera
Por mas que ocasión le sobre y de impaciencia padezca, no puede.
Sin grave riesgo por una noche siquiera darse el placer inocente de dormir en casa ajena
Tras el placer inocente, de dormir en casa ajena.